enero 31, 2021

ESCAPES DE ORINA POR LA NOCHE

El nombre técnico es enuresis nocturna. Consiste en que niños, sin ningún problema para el control de orina durante el día, orinan (generalmente de forma abundante e incluso repetida) por la noche mientras duermen.

Se considera normal que esto suceda hasta los 5-6 años de edad. Pero la realidad es que es muy frecuente que se mantenga incluso bastantes años más. Sin embargo, es absolutamente excepcional que se mantenga hasta la edad adulta.

Además, se suele heredar de padres a hijos.

Creo que lo más importante es no considerarlo un problema importante (es caro y molesto, pero nada más). Es bueno transmitir al niño que es normal, que les pasa a muchos niños y que se va a resolver con tiempo y con un poco de trabajo por parte de todos.

Hay niños que retienen bien la orina mientras duermen desde muy pequeños. Si al quitarles el pañal durante el día también se levantan con él seco por la mañana conviene quitárselo también, ya que probablemente estén preparados. En cuanto al lugar adecuado hay orinales de todos los estilos y también tapas reductoras del retrete para que se puedan sentar sin riesgo.

Dos cosas fundamentales para favorecer el control de la orina por la noche son:

  1. BEBER LO MENOS POSIBLE 2 HORAS ANTES DE ACOSTARSE
  2. ORINAR SIEMPRE AL IR A LA CAMA

En los niños que no controlan la orina por la noche, hasta los 5-6 años, aparte de crear los 2 hábitos anteriores no merece la pena probar ningún tratamiento. Creo que es conveniente probar cada varios meses a quitar el pañal unos días a ver si funciona. Si no es así se vuelve a poner el pañal, NO PASA NADA POR VOLVER ATRÁS.

TRATAMIENTOS

A partir de los 5-6 años sí hay algunos tratamientos que funcionan:

  1. El primero que hay que probar es el conductual. Consiste en quitar el pañal y usar un calendario conductual con espacio para marcar éxitos y fracasos. Se le ofrece una recompensa al niño por levantarse seco, sumándose los días para conseguir la recompensa. Por ejemplo, primero 1 día seco, después 2 seguidos, 4 seguidos, etc. El día que no se consigue no pasa nada, pero el niño tiene que colaborar en la solución (ayudar a meter sabanas en la lavadora, hacer la cama…). Tiene que quedar claro que no es un castigo. Es un método para que su cerebro dormido le avise de que se despierte, para no tener que arreglarlo al día siguiente.
  2. El segundo tratamiento es la alarma. Es un dispositivo con un sonido (estridente) que se activa cuando el sensor detecta humedad.
  3. El último tratamiento es el farmacológico. Usamos hormona antidiurética que evita la formación de orina durante unas horas. Es caro, bastante efectivo y sin efectos secundarios. Eso sí, es fundamental que el niño no beba mucho desde un rato antes de tomar el medicamento hasta la mañana siguiente. Si bebiera mucho se podría producir un descenso de algunos componentes de la sangre por dilución y eso es peligroso.

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